Creo que no hay nada mas relajante que volver un domingo a las 11:45 en el colectivo
semi-vacío con un silencio tranquilizador... Mirando por la ventana como llueve, dejando la mente tranquila... Respirando, exhalando... Olvidarte de las preocupaciones por unos minutos para luego tocar el timbre abrir el paraguas y llegar a casa.
1 comentario:
Y así sería el mundo si yo estuviera viva un domingo a las 11:45? Que lindo... tal vez lo intente algún día.
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