24 agosto, 2009

Dedicado a nadie.

Riendo frenéticamente mientras lloro lágrimas de tristeza que van desde mis ojos cansados de tanta humedad hasta caer en mi boca y sentir ese gustito salado parecido a la sangre, sangre la misma sangre que corre por tus venas, pero... ¡Aún así no quiero te cortes mi querida! No quiero verte derramar ni una sola gota de esa sangre azulada manchando todo mis claveles de papel que dejé en el escritorio de la Pc a la par del teclado. Por que sino, seré yo quien deba limpiar el desastre y te aseguro que las ganas me las olvide por algún lado que no recuerdo muy bien.

No sigas llorando mi amor porque detrás de todas esas lágrimas amarillas yo sé que estas riendo tanto pero tanto que seguramente estas pensando que me estoy digiriendo una por una tus palabras verdes. Amiga te digo que estos ojos grises bastantes cansados saben como combinar con los días días lluviosos, estos mismos miran mucho mas profundo que tus hermosos y superficiales ojitos celestes. Sí lo admito yo caí en tú trampa esas estrellas celestes confundieron mis senderos con escaso césped.

Mi odio, mi prevención, mi locura, mi agonía, mis pensamientos en las tardes, mi melancolía, mi querida. Pero serás lo que serás, nunca seras mis colores ni siquiera mis valores.



Hasta la táctica más ensayada puede fallar.

Esto no me hace para nada bien.

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